Roberts, Nora
Una mirada bastó para que Brigham Langston quedara cautivado de la arrebatadora belleza pelirroja. Pero aunque Serena MacGregor tenía un rostro angelical, era una gata salvaje que desdeñaba sus insinuaciones con mordacidad. Para la temperamental Serena, Brigham no era más que otro inglés despreciable. Pero en los brazos del apuesto y peligroso caballero, el odio de la orgullosa joven escocesa pronto se consumió en el fuego de la pasión.