Mateo-Sagasta, Alfonso
Madrid, Otoño 1614. El marqués de Hornacho encuentra a su archivero asesinado. En principio todo apunta a que se trata de un intento de robo en el gabinete de las maravillas, el ala del palacio destinado a albergar todo lo que el mundo y el hombre pueden ofrecer (desde los colmillos de un elefante hasta la armadura del rey Carlos, desde un cuadro de Rubens, hasta un monstruo de dos caras). Pero la mayor sorpresa se la va a llevar Isidoro Montemayor (tahúr, gacetillero, hidalgo y secretario de la condesa de Cameros) cuando, alentado por su ama, inspecciones el cadáver y descubra que el archivero tenía sobre la sién derecha, un cuerno del grosor de un doblón y que daba dos vueltas sobre sí mismo como el de un carnero. A partir de ése momento Isidoro pondrá todo su empeño en encontrar al asesino oculto en las sombras del gabinete.