Huff, Tanya
Austin era un viejo gato blanco y negro. Pero no cualquier gato, porque era el gato de una guardiana, un felino muy franco y con unas opiniones sumamente firmes que siempre está dispuesto a pronunciar. Después de todo, ¿quién mejor que Austin sabe lo que es mejor para el bienestar de Claire... para el resto del universo? Aunque esto último no sea tan importante, claro está.
Claire Hansen era una guardiana, miembro de ese selecto grupo que se dedica a evitar que el universo se despedace. Y ahora ha sido llamada a los Campos Elíseos, a una pensión que parece atraer a una variopinta clientela. Y a Claire no le hace la menor gracia esta última misión.
No cuando ha sido engañada para llevarla hasta allí por un pequeño hombrecillo que ha abandonado su puesto antes de que ella haya descubierto siquiera quién era en realidad... No cuando en la habitación seis hay una residente que lleva tantos años durmiendo allí que necesita que le quiten el polvo... salvo que es demasiado peligroso acercarse tanto a ella. No cuando el sótano supone una tentación demasiado grande para la salud mental de cualquiera... No cuando se encuentra rodeada de «ayudantes» tan entretenidos como Dean, el buenorro, aunque inocente, manitas, y Jacques, un fantasma con verdaderas ansias de vivir... Y mucho menos, cuando parece que ésta podría no sólo ser su misión más dura, sino también una misión que podría tener que llevar a cabo para siempre...