Sewell, Kitty
Moose Creek no era para Dafydd Woodruff más que el recuerdo difuso de un poblado aislado en las gélidas tierras del norte de Canadá, donde años atrás había buscado refugio mientras intentaba huir de un grave error en su, entonces, incipiente carrera como médico. Pero aquellos días habían quedado atrás y el doctor Woodruff, casado y afincado en Inglaterra, difícilmente habría vuelto a pensar en aquel inhóspito lugar de no ser por una carta que cambiará su vida: una misiva escrita por una niña de trece años que afirma ser su hija y cuyo mayor deseo es conocerle.
Una sorpresa mayúscula, máxime cuando Dafydd y su esposa llevan años intentando infructuosamente tener hijos; pero sobre todo porque la madre de su supuesta hija no es otra que Sheila Hailey, una hermosa enfermera de carácter dominante, de quien Woodruff no guardaba precisamente el mejor de los recuerdos y con quien podía jurar sobre la Biblia que jamás había tenido una aventura. Sin embargo, la duda y la persistencia de los mensajes sobre su paternidad irán minando su ánimo y, con su matrimonio a punto de irse a pique y desprestigiado en su trabajo por un accidente mientras iba bebido, a Dafydd sólo le quedará una opción: retornar al lugar donde creía haber exorcizado todos sus demonios.