Shakespeare, William
Macbeth es una tragedia acerca de la traición y la ambición desmedida. En una tragedia en que no cabe duda sobre dónde se sitúa el bien y dónde el mal, el extraordinario genio de Shakespeare logra que lady Macbeth sea algo más que un personaje perverso. En el culpable siempre se trasluce el ser humano que sufre también con el mal, y así se transmite al espectador la inquietud que provoca la relación entre fatalidad, voluntad personal y culpabilidad.
La composición está libremente basada en el relato de la vida de un personaje histórico, el rey Macbeth de Escocia. No hay seguridad absoluta de que la tragedia sea en su totalidad obra de Shakespeare, ya que algunos afirman que ciertos pasajes podrían ser adiciones posteriores del dramaturgo Thomas Middleton, cuya obra La bruja (The witch) tiene múltiples afinidades con Macbeth.
La fuente principal de Shakespeare para esta tragedia fueron las Crónicas de Raphael Holinshed, obra de la que extrajo también los argumentos de sus obras históricas. Holinshed se basó a su vez en Historia Gentis Scotorum (Historia de los escoceses), escrita en latín por el autor escocés Hector Boece e impresa por primera vez en París en 1527. Para agradar a su mecenas, el rey Jacobo V de Escocia, Boece había oscurecido deliberadamente la figura de Macbeth, con el fin de exaltar a un hipotético antepasado del rey, Bancuo.
Macbeth fue compuesta probablemente hacia 1606 y estrenada poco después, aunque la primera noticia cierta corresponde a su representación en el teatro El Globo el 20 de abril de 1610. Fue publicada por primera vez en 1623, en la edición conocida como First Folio.