Huxley, Aldous
Los demonios de Loudun es una novela basada en un hecho real, sucedido en la Francia del siglo XVII. Es la historia de un sacerdote (a quien queman en la hoguera debido a acusaciones falsas) y un convento de monjas poseídas. Poseídas según ellas por el demonio, pero según el planteamiento del autor, poseídas por la falta de verdadera devoción, el fanatismo, los alcances de la psique humana y, sobretodo, por los increíblemente poderosos alcances de la corrupción eclesiástica y del estado. Las monjas «poseídas» y el sacerdote «practicante de brujería», provocan un morbo enorme que alcanza a todo el pueblo y contamina incluso almas vecinas. Talentoso e inteligente, culto y educado, tenaz y bien parecido, Urbain Grandier lo tenía todo para lograr el éxito en lo que sea que emprendiese. Eligió la carrera eclesiástica, y en ella, ninguna de sus cualidades fue suficiente para evitar que fuera quemado en la hoguera 16 años después de haber sido ordenado sacerdote, en el año 1633. Tras un proceso fraudulento, plagado de influencias personales subjetivas, y por una causa inexistente, Urbain Grandier, como muchos otros en aquellos tiempos, fue hallado culpable de herejía, torturado física y mentalmente hasta niveles qué sólo los humanos pueden desarrollar, y finalmente asesinado públicamente. La historia (real) transcurre en una época en la que la Iglesia discutía el poder con la estructura política civil, teniendo en su seno, además, fisuras que comenzaban a marcarse cada vez más notoriamente. Las diferencias entre los jesuitas y la Soborna, al tiempo de los entredichos con los jansenistas, generaron conflictos a los que el clero secular sólo pudo poner fin con resoluciones drásticas en las que no mediaron ni discusión, ni diálogo. Por otra parte, la vida de los clérigos distaba mucho del ideal espiritual al que debían someterse para ejercer su misión de vivir y transmitir el evangelio.