Cebrián, Juan Antonio
Hubo un tiempo en el que solo mencionar la terrible lista de los Reyes Godos provocaba el pánico de los enflaquecidos alumnos de la posguerra española. La aridez y la supuesta inutilidad de ese episodio creaban enormes cefaleas entre los niños de los años 40 y 50. Sin embargo, tras el turbio enunciado, se encontraba un mundo fascinante y misterioso lleno de aventuras emocionantes propias de cualquier película, donde la épica fuera el condimento esencial. Los godos fueron testigos de un periodo asombroso en la crónica mundial, vieron caer Imperios como el Romano, y levantarse otros como el Musulmán y, mientras tanto edificaban un Estado en el solar Hispano.