Meyrink, Gustav
El Golem recoge una antigua leyenda relacionada con el gran rabí Loew de Praga (1512-1609) y con imágenes vigorosas evoca los misterios del ghetto de Praga. El Golem es una figura de arcilla animada por obra de la cábala, para defender a los judíos, pero que se escapa fácilmente del control y provoca catástrofes. Lo que podría ser sólo una extravagancia gratuita, sin más interés que el de un relato bien contado, adquiere significado simbólico: el Golem personifica a los autómatas humanos, que crean la sociedad moderna. Lo mismo que el Golem, el hombre moderno realiza la parte a él asignada contra su propia voluntad y con un rigor atroz. A este pesimismo fundamental, la novela añade un continuo misterio, una atmósfera de errores trágicos en los que juegan enigmáticos cabalistas, una metafísica expedita pero dramática ("la boca de cada hombre se convierte en la boca de Dios si creéis que sea la boca de Dios"). Esta habilidad para crear una visión turbulenta y grandiosa tiene su mejor realización en El Golem. Meyrink se inspiró en las descripciones de la gran ciudad de Charles Dickens, a quien había traducido, para recrear la atmósfera urbana de Praga.