Salvatore, R. A.
Elbryn y Pony -cuya amistad de la infancia ha dado paso a una relación mucho más profunda- esperan con fervor que la ola de oscuridad se retire por fin de las tierras de Corona. Al fin y al cabo, el sabio y piadoso monje Avelyn Desbris sacrificó su vida para destruir al demonio Dáctilo. Pero si el mal se bate en retirada, ¿por qué las hordas de trasgos y de powris de gorras ensangrentadas siguen asolando las tierras civilizadas? Con la terrible magia de las gemas que Avelyn les legó, Pony y el guardabosques Elbryn plantan cara a la invasión de los trasgos, que odian a los humanos, y a otros monstruos malignos.