Tristante, Jerónimo
El día de Nochebuena, Víctor Ros recibe una visita en su casa: Demóstenes López, un humilde sepulturero, acude a pedirle ayuda porque ha sido despedido. El cuerpo del coronel Ansuátegui, un militar asesinado por los radicales que descansaba en el depósito del cementerio, ha sido mutilado. Al parecer alguien ha robado un valioso y llamativo anillo que el muerto llevaba. Al tratarse de una estancia subterránea, sin ventanas y con dos soldados de guardia en la puerta, el inspector Ros se interesa por el asunto e intenta ayudar al pobre enterrador.