Morató, Cristina
La lectura de Las mil y una noches despertó en un buen número de damas británicas, aristocráticas y aventureras, la fascinación por un Oriente de harenes, bazares, caravanas y nómadas beduinos. A comienzos del siglo XIX viajar más allá de El Cairo o Estambul era una peligrosa aventura: el pillaje, los despóticos pachás turcos, las epidemias, las duras travesías por el desierto echaban atrás a los viajeros más curtidos. Este libro recoge las apasionantes vidas de unas mujeres atraídas por el mundo árabe que dejaron su huella en Oriente Próximo: lady Mary Montagu, la primera occidental en acceder al interior de los harenes otomanos; la hermosa lady Jane Digby, que vivió una apasionada historia de amor con un jefe beduino o, ya entrado el siglo XX, otras audaces exploradoras, arqueólogas y espías al servicio del Imperio británico como Gertrude Bell, la incansable Freya Stark y la famosa escritora de novelas policíacas Agatha Christie. Todas ellas abandonaron el confort de sus mansiones por una vida nómada y en ciudades como Bagdag, El Cairo, Damasco o Estambul aún se las recuerda.