Calle, Ramiro
En el Tantra se nos dice: "El suelo que nos hace caer, es el mismo en que tenemos que apoyarnos para levantarnos" o que "la misma espada que te quita la vida, te la puede salvar" o que "lo que a unos debilita y esclaviza, a otros fortalece y libera". El tántrico aprende a conquistar su mente y a conscienciar, de forma muy atenta pero desapegada, los mecanismos de su biología o incluso a modificarlos hasta donde sea posible o necesario. Se instrumentalizan incluso la pasión, el disfrute y el deseo para "robarles" sus fuerzas y utilizarlas como catapulta hacia planos más altos, no condicionados y libres de la mente. Todos los métodos del Tantra, incluida la tantrizada relación sexual, pretenden la potenciación de las energías para ponerlas al servicio de la mutación psicológica. El tántrico se afana por armonizar perfectamente el Prana y por conquistar la Shakti, como veremos a lo largo de esta obra. Las técnicas tántricas operan sobre la biología, las energías sutiles y la mente. Aquí abordaremos los siguientes aspectos tántricos: la energía Kundalini y el sistema de chakras; la filosofía liberatoria del Tantra; los métodos tántricos, incluido el maithuna o relación sexual tántrica y todo lo relativo a la erótica mística, la pasión, el encuentro amoroso tántrico y el ejercitamiento en el amor consciente y no egoísta. Se ha comentado que el Tantra sigue la senda sin senda, porque su senda es indefinida y la va definiendo el practicante en su sinuoso caminar.