Rodríguez Perea, Eduardo
En un pueblo de la sierra cordobesa y a plena luz del día, aparece el cadáver de una bellísima muchacha. Yace apoyado contra la pared de una vieja casa de campo, junto a un camino solitario. Su cuerpo presenta terribles heridas, estremecedores desgarros que muestran un crimen espantoso e insólito. No tiene ningún sentido asesinato tan violento, tanta saña ha sido innecesaria, la muchacha es joven y no ha podido ofrecer demasiada resistencia a su asesino. Estas son las reflexiones que no deja de hacerse Juan Barbancho, sargento de la Guardia Civil del puesto de Hinojosa del Duque, y responsable de la solución de tan bárbaro crimen. Nunca ha ocurrido nada semejante, ni en la localidad ni en la comarca, no hay precedentes, el pavoroso asesinato presenta demasiadas interrogantes. ¿Por qué se encontraba la mujer en esa casa? ¿Quién pudo convencerla para llevarla a las afueras del pueblo? Y las más escalofriantes: ¿Por qué una muerte tan atroz? ¿Por qué el asesino se encarnizó de ese modo con el cadáver? Solo conoce las respuestas un personaje demencial, obsesivo y cruel, que ha terminado con la paz de la villa. Barbancho analiza las escasas pistas de que dispone con su acreditado sentido común, sin dejar de lado su instinto. Debe evitar a toda costa que tan aterrador crimen vuelva a repetirse pero el tiempo corre en su contra, las fiestas mayores del lugar están próximas a celebrarse. El trepidante relato policíaco se desarrolla en la Hinojosa del Duque de un siglo atrás. Costumbres, fiestas, gastronomía, lenguaje, medios de locomoción y magníficos monumentos reflejan la vida de un pueblo antiguo, con el carácter que le imprime sus setecientos años de historia.