Fitzgerald, Francis Scott
En 1860, en Baltimore, Estados Unidos, Benjamín Button nace con la apariencia física de un hombre de 70 años, ya siendo capaz de hablar. Su padre, Roger, invita a los niños del barrio a jugar. Benjamín obedece sólo para complacer a su padre. A los cinco años Benjamín es enviado al jardín de infantes, pero es retirado después de un tiempo ya que en repetidas ocasiones se queda dormido durante las actividades infantiles. Cuando Benjamín cumple los doce años la familia Button se da cuenta de que está envejeciendo al revés, o que está rejuveneciendo. A la edad de dieciocho años Benjamín se matricula en la universidad de Yale, pero es enviado a casa por las autoridades, que piensan que es un lunático de 50 años de edad. En 1880, cuando Benjamín tiene veinte años, su padre le da el control de su empresa, una ferretería mayorista. Conoce a la joven Hildegarde Moncrief, hija del general Moncrief, y se enamora de ella. Hildegarde confunde a Benjamín con un hermano de Roger Button, de cincuenta años. Ella prefiere a los hombres mayores y se casa con él seis meses después, pero sigue ignorando su condición. Años más tarde el negocio de Benjamín es exitoso, pero está cansado de Hildegarde porque su belleza se ha desvanecido y lo regaña constantemente. Aburrido en casa se alista en la Guerra Española-Americana en 1898 y logra un gran triunfo en el ejército, llegando al rango de teniente coronel. Se retira del ejército para centrarse en su empresa y recibe una medalla. En 1910 Benjamín, ahora con el aspecto de una persona de veinte años de edad, le pasa el control de la compañía a su hijo, Rosco, y se matricula en la Universidad de Harvard. Su primer año es exitoso: domina en el fútbol y toma venganza contra Yale por haberlo rechazado años antes. Sin embargo, durante sus años como junior, retorna a los 16 años de edad. Es demasiado débil para jugar al fútbol y apenas es capaz de hacer frente a la labor académica. Después de su graduación Benjamín vuelve a casa y se entera de que su mujer se ha mudado a Italia. Vive con Rosco, que lo trata con severidad, y obliga a Benjamín a llamarlo "tío". Conforme pasan los años Benjamín se transforma de un adolescente mal humorado a un niño. Finalmente, Rosco tiene un hijo propio que más tarde asiste al jardín de infantes con Benjamín. Después del jardín de infantes Benjamín lentamente comienza a perder la memoria de su vida anterior. Su memoria se desvanece hasta el punto en que no puede recordar nada excepto a su nodriza. Poco después todo se desvanece en la oscuridad..