Block, Lawrence
Keller es en tipo normal, un ciudadano legal. Si le llaman para formar parte de un jurado popular, asiste sin problema alguno. Va al cine, ve le televisión, se pasea por tas galerías de arte y ordena meticulosamente su colección de sellos. De vez en cuando, su agente Dot le dama para pasarle algún trabajillo. Entonces Keller coge un avión, alquila un coche y una habitación de hotel, mata a la persona designada por Dot y vuelve antes de que el cadáver esté frío. En definitiva, Keller es un gran profesional: calculador, con recursos, de confianza, discreto y muy bueno en lo que hace. Hasta que un buen día Dot transgrede una de sus propias normas y le pasa un encargo en Nueva York, ciudad natal y estación base de Keller. Las cosas se complican, los objetivos mueren antes de que él llegue, los cadáveres aparecen de te nada y Dot y Keller no tienen más remedio que empezar a investigar para desenmarañar la peculiar situación en te qué se ven involucrados.