Preston, Douglas &, Child, Lincoln
Hace cinco años Eli Glinn trató de recuperar un meteorito gigantesco de una isla remota en el cabo de Hornos, en la punta de Sudamérica. La misión acabó en desastre, pues su embarcación se hundió en una tormenta salvaje en aguas antárticas y arrastró el cargamento a las profundidades del océano. Perecieron más de cien tripulantes, y Eli Glinn quedó paralítico. El meteorito, sin embargo, no era una simple piedra. Ese organismo complejo llegado del espacio ha echado raíces en el fondo marino y está creciendo. O se destruye o el planeta está condenado. La única esperanza es que Glinn y su equipo lo aniquilen, tarea para la que requieren la experiencia de Gideon en armas nucleares. No obstante, pronto descubrirán que el «meteorito» tiene ideas propias y entre ellas no se halla quedarse tranquilo.