Marlowe, Stephen
Originales memorias de Cristóbal Colón, vuelto desde el mas allá para rebatir lo escrito por los historiadores durante cinco siglos. Cristóbal Colón, el hombre que iba, a las Indias por Occidente y descubrió por casualidad un nuevo mundo, el legendario personaje que cambió el rumbo de la historia, no era un ser superior sino de carne y hueso, lleno de humanidad y a quien se toma simpatía desde las primeras páginas de sus memorias apócrifas. En un intento por defenderse de cinco siglos de historiadores muchas veces arbitrarios y biógrafos en ocasiones autocomplacientes, el Almirante de la Mar Océana vuelve desde el más allá para hablarnos de sí mismo. Y lo hace desde una perspectiva actual, adaptándose al lenguaje de sus lectores y apostrofando con acidez a sus biógrafos. Ingeniosa y sabiamente, muchas veces con humor, Colón prescinde de las convenciones narrativas para brindarnos su versión en directo de lo que, sin duda, son los acontecimientos más importantes de la historia moderna. Stephen Marlowe, el autor, va poniendo luz sobre las zonas de sombra nunca desveladas por la historia y mezcla la ficción con el relato de hazañas probablemente vividas por Colón. Así, conocemos su lugar de nacimiento, llegamos a desenredar la maraña de sus orígenes y a saber el porqué de su obstinada insistencia en viajar hacia el desconocido Oeste. En las páginas de esta singular obra, en la que conviven en armonía todos los géneros novelescos —las aventuras, el amor, lo picaresco, el relato histórico—, prolifera una multitud de personajes, que se nos dan a conocer con manifiesta brillantez. Ahí están las mujeres, que tan bien paradas salen, haciendo la historia codo a codo con el hombre: su primer amor, su esposa portuguesa y su amante española; la Reina Isabel y, por último, la fogosa Petenera, belleza judía de sublime inteligencia. Ahí están sus compañeros de aventuras: Quintero, el pícaro mujeriego; los hermanos Niño, de Moguer, o Chachu, el amotinador vasco. Ahí están los cortesanos zalameros, los financieros ubicuos, los gitanos, los piratas, el Gran Inquisidor Torquemada y, en fin, el oportunista Américo Vespucio, que se las arreglará para desplazar a Colón en todos los mapas de ese «Otro Mundo». Con todo ello Stephen Marlowe ha conseguido hacer de un tema difícil y polémico una novela atrayente por su concepción, tono irónico y calidad literaria, ingredientes mezclados a la perfección para acortar la distancia existente entre la época del protagonista y la nuestra