Black, Benjamin
Una de las primeras cosas que el joven inspector Strafford detecta al empezar a investigar la muerte del reverendo Lawless es el carácter novelesco, como de obra de Agatha Christie, del escenario y los personajes que tiene ante él: el cadáver hallado en la biblioteca de la mansión de los Osborne, el coronel proverbialmente envarado, su lánguida y evanescente esposa, la hija en rebeldía… Casi parece una puesta en escena. Pero el cadáver del sacerdote es real, y su brutal castración, también. La espesa nieve invernal que ha cubierto el paisaje irlandés de Wexford no puede ocultarlo todo. Y el comisario Hackett, viejo conocido de los lectores de la serie de Quirke, da el primer aviso: Strafford, a medida que indague más y más, descubrirá que hay poderes que quieren mantener en secreto lo ocurrido.