Varios autores
Hugo von Hofmannsthal compiló estas narraciones, tal y como declara en el prólogo, guiado solamente «por la peculiar belleza con que conmovieron mi corazón en la juventud o en la madurez, convirtiéndose para mí en algo inolvidable». Aunque la nómina de autores escogidos —Goethe, Eichendorff, Brentano, Hauff, Tieck, Hoffmann, Hebbel, Büchner, Gotthelf, Von Droste-Hülshoff, Von Arnim, Kleist, Sealsfield— bastaría por sí sola para refrendar su interés, no carece de importancia el criterio de Hofmannsthal, pues todas tienen en común una indeclinable belleza. «Aquellos cuyas narraciones están aquí reunidas se han visto impulsados por un amor puro y creativo a expresar alguna faceta de la existencia; algo del mundo, alguna conexión entre el ser humano y el mundo se había manifestado en ellos de forma especial», dice el compilador. Si el romanticismo fue el depositario de un espíritu que habría de fecundar los posteriores caminos de la cultura, de ello dan fe estas historias parecidas a «rostros desde los que nos contempla una mirada exenta de frialdad y de escepticismo». Por encima de lo real se aprecia en cada cuento un hálito continuo del más allá, de lo oculto. Su carácter maravilloso, lejos de haber sido eliminado, actúa «como si continuamente hubiera gemas preciosas escondidas bajo los carbones y cenizas del hogar».