Gilles, Inna
Cuando todo lo que te rodea cambia de la noche a la mañana. Cuando piensas en todo lo que pierdes, en todo lo que te queda por hacer o en lo que nunca tendrás o harás, es cuando te das cuenta de lo que realmente echas de menos. Nunca me había parado a pensar qué haría en el caso de perder mi vida tal y como era. De perder a las personas que amaba y que llenaban mi vida. Tampoco me había parado a pensar qué haría cuando el mundo, tal y como lo conocía, se viniera abajo. Lo recuerdo como si fuera hoy, si miro fijo a algún sitio veo paso a paso lo que ocurrió. Mejor dicho, lo que creímos que estaba sucediendo. Fuimos ilusos y no nos dimos cuenta de lo que ocurría hasta que fue demasiado tarde. Primero llegaron los Alphee, no los detectamos y masacraron a todos los humanos que se encontraron por el camino. Después llegaron los Korks, estos eran los que habían ideado la invasión. Por último llegaron los Valion, según ellos, habían venido a salvarnos. Muchos se preguntarán cómo conseguí saber los nombres de los invasores e incluso, cómo logré saber qué habían venido a hacer. Pero para llegar a ese punto he de empezar por el principio. ¿Qué hay de malo en desertar si la alternativa es morir?