Domingo, Alfonso
Jerónimo Díaz, un joven pintor anarquista exiliado al final de la guerra civil, recibe el encargo de copiar un enigmático cuadro de El Bosco, Jonás y la ballena, una obra que aparece y reaparece misteriosamente a lo largo de la historia y que el rey Felipe II tratará de adquirir en el siglo XVI. Su trabajo se verá interrumpido por la invasión alemana y Jerónimo acabará –como miles de compatriotas- en un campo de concentración nazi. Más de sesenta años después, Javier Carreño –un especialista en la obra de El Bosco– es designado comisario de una magna exposición que se celebrará en el Museo del Prado. Pero cuando conoce a Jerónimo Díaz, lo que en un principio era un trabajo metódico y burocrático se convierte en la gran aventura de su vida: una aventura de final impredecible. El espejo negro no solo es un thriller cuidadosamente documentado sobre el mundo del arte y sus más ocultos recovecos, a través de París, Venecia o Ámsterdam: asimismo es un recorrido por la más reciente y escalofriante memoria de Europa. Y como sucede con las obras del pintor flamenco, esta memoria revelada por El espejo negro puede resultar al mismo tiempo tan sugerente como inquietante.