Kimball, Nell
Es imposible no asombrarse del poder narrativo y de la aguda inteligencia que posee Nell Kimball, la mujer que escribió Memorias de una madame americana. Y decimos mujer porque no era una escritora… era una puta. Sin embargo, su narración es un velo que opaca los balbuceos de aquellos que se hacen llamar escritores. Kimball nos va narrando su vida, la vida de una puta, al mismo tiempo que esparce inadvertidamente un esplendente mosaico de sabiduría. A diferencia de los politólogos y los sociólogos de hoy en día, Kimball sí logra penetrar en el tejido social, dejándonos con la boca abierta ante su inusitada lucidez. Pero a fin de cuentas no es de extrañar. Desde el momento en que nos dice sin rodeos que ser una puta no es una fatalidad, sino una decisión y, sobre todo, una vocación, todo comienza a tener sentido.