Hoag, Tami
El Incinerador había golpeado de nuevo. El cadáver estaba quemado como los anteriores. Pero, a diferencia de ellos, este había sido decapitado y la víctima no era una prostituta, sino la hija de uno de los hombres más prominentes de la ciudad. Además, había un testigo: Angie, una adolescente marginal y de personalidad torturada, que es encomendada a los cuidados de la detective Kate, la cual, sin quererlo, la arroja en manos de El Incinerador. Y es misión de la agente llegar a Angie antes que el monstruo. En su intento recorrerá un escabroso camino en el que también se encontrará la hostilidad de sus propios compañeros e incluso los aguijonazos de un amor que creía perdido…