Mcinerney, Jay
Todo iba bien hasta que le abandonó Amanda. Tenía amigos, un empleo en una revista de prestigio, una firme vocación literaria y una bella modelo por esposa con la que se había instalado en Manhattan. Luego, sin previo aviso, ella desapareció y todo comenzó a venirse abajo. Pero con estilo y con música del momento: con noches interminables, clubs de moda, rayas de polvo blanco, amaneceres inexplicables y terribles resacas. Estaba a punto de convertirse en el primer empleado despedido de toda la historia de la revista. Y Nueva York, envuelta en resplandores de neón, parecía inesperadamente un escenario de pesadilla… Luces de neón, la primera novela de Jay McInerney, fue todo un símbolo en su momento por su retrato de una juventud dorada y decadente, y sigue constituyendo todavía el ejemplo más acabado, y también el más imitado, de cómo novelar la vida nocturna de la gran ciudad moderna.