Zévaco, Miguel
En esta segunda parte de la novela, seguimos estando en 1588, durante el reinado de Enrique III. Luchando contra el duque y la Santa Liga. El caballero de Pardaillán juega el papel de protector de los enamorados: Carlos, duque de Angulema (hijo de Carlos IX) y Violeta (que en sí es de alta cuna); y a lo largo de la serie continuará desempeñando este papel le sienta tan bien. Desde la muerte de Luisa, continúa buscando a su asesino con frialdad y determinación, al mismo tiempo que frusta los intentos del duque de Guisa de sentarse en el trono de Francia. Guisa no será rey, porque yo no quiero que lo sea… ha dicho.