Mello, Anthony de
Un hombre recorrió medio mundo para comprobar por sí mismo la extraordinaria fama de que gozaba el Maestro. "¿Qué milagros ha realizado tu Maestro?", le preguntó a un discípulo. "Bueno, verás... , hay milagros y milagros. En tu país se considera un milagro el que Dios haga la voluntad de alguien. Entre nosotros se considera un milagro el que alguien haga la voluntad de Dios". "¿Existe eso que se llama un minuto de Sabiduría?" "Por supuesto que existe", replicó el Maestro. "Pero un minuto ¿no es demasiado breve?" "No. Es cincuenta y nueve segundos demasiado largo". "El abrir los ojos puede llevar toda una vida. El ver es cuestión de un instante". Sólo lleva un minuto, aproximadamente, leer cada una de las anécdotas que aparecen en este libro. Probablemente, el lenguaje del Maestro pueda resultar misterioso, exasperante y hasta absurdo. Pero es que éste no es un libro fácil. No ha sido escrito para instruir sino para despertar. Escondida en sus páginas (no en las palabras impresas, ni siquiera en los propios cuentos, sino en el espíritu, en su talante, en su atmósfera) hay un sabiduría que no puede expresarse en lenguaje humano. Mientras se lee la página impresa y se esfuerza uno por penetrar en el críptico lenguaje del Maestro, tal vez, sin darse uno cuenta, tropiece con la Enseñanza Silenciosa que se esconde en este libro y resulte uno despierto... y transformado. Si tiene uno la suerte de despertar de este modo, comprenderá por qué el mejor lenguaje es el lenguaje no hablado, la mejor acción es la que no se realiza y el mejor cambio es el no pretendido.