Cuenca, José M.
Paris, Nochebuena de 2006. Un hombre intenta apurar sus últimos minutos antes de consumar su suicidio encaramado al Puente del Arzobispado. Cumple su destino. Un destino impuesto por los monjes de la abadía cisterciense de Cóbreces, su familia. Una orden religiosa que protege celosamente el que quizás es el último y más importante secreto de la cristiandad: “la Morada de Dios”. Mientras descubre si ha consumado el suicidio y ha condenado su alma para toda la eternidad, inicia un viaje contrarreloj que le arrastrará por los senderos del Camino de Santiago y del Camino Lebaniego hacia el monasterio de Santo Toribio de Liébana, el quinto lugar santo del cristianismo. En su devenir por tierras navarras y cántabras, el protagonista se enfrentará a peligros que escapan a toda lógica y entendimiento utilizando solamente su conocimiento del arte y de la arquitectura religiosa, su chispeante ingenio y sus dotes detectivescas. Entre otros desafíos, se verá obligado a rendir cuentas por sus acciones pasadas ante el Codex Peccatum (Libro de los Pecados). Compartirá aventuras y pesares con personajes peculiares de muy diversa índole y condición (Giordano de Ribalta, El Gran Guillermo de Aquitania, Francisco Fernández de Córdoba...). Y rendirá homenaje a los agotes, grandes arquitectos y artistas olvidados injustamente por la historia. Todo con el único objetivo de dar por cumplida la promesa sellada por los primeros monjes benedictinos-cistercienses a Dámaso I, primer papa español de la historia.