Valdeón Blanco, Julio
Un amor suicida y un crimen monstruoso marcan la trama de Verónica, ambientada entre Madrid, Marbella y Tánger. El pro¬tagonista, un joven como tantos, fija su destino al de una misteriosa mujer. Espe¬culadores, policías, camellos, realizadores de cine pomo, peleles varios y tarántulas camufladas acompañan su peregrinaje hasta los infiernos de las películas snuff. Novela negra con el visor en los grandes del género, cargada de alto voltaje sexual y violencia sin depurar, Verónica marca un salto en la producción narrativa de Julio Valdeón Blanco. Escrita, como sus anteriores obras, «con las chispas de un cortocircuito, a un ritmo desenfrenado» (Antonio Lucas), apuesta por una trama cerrada y homenajea a escritores como James Ellroy, Patricia Highsmith o Mohamed Chukri. A ratos irónica, incluso có¬mica, y a veces terrible, Verónica radiogra¬fía algunos de nuestros demonios íntimos a golpe de soplete, mezclando carmín con sangre. En definitiva, el insolente aldabonazo de un joven escritor a quien Raúl del Pozo ha comparado con Henry Miller, alguien «que hace del procesador de textos un arma arrojadiza y de los adjetivos, elegantes artefactos terroristas» (Antonio Jesús Luna).