Howard, Robert E.
Breckinridge Elkins de Bear Creek, Nevada, es uno de los personajes cómicos más logrados y celebrados de Robert E. Howard (1906-1936): una montaña de músculos de dos metros de altura, vestido de piel de ante y más terco que la mula de un buscador de oro; una explosiva mezcla de L´il Abner, Davy Crockett y John Wayne. Su pegada es brutal y dispara mejor dormido que todos los pistoleros de Nevada despiertos, y al igual que los "hombres de hierro" del ring que tanto admiraba su autor, es un rudo fajador capaz de encajar los golpes más demoledores. Es una fuerza de la naturaleza y él mismo lo admite: "Cualquiera en las Humbolts puede atestiguar que cuando pierdo los estribos los efectos sobre la población suelen incluir incendios, terremotos y ciclones".
Tan grande y noblote como es, nuestro abominable hombre de las Humbolts es sin embargo algo merluzo: "¡Lo que te falta de cerebro te sobra de corazón!", dice su amiga y vecina de Bear Creek, Gloria McGraw; y es la cantinela de Jacob Grimes, uno de sus numerosos tíos, que "Cuando la naturaleza le dio un cuerpo de gigante, se olvidó de darle algo de cerebro para que acompañara a sus músculos".