McIlvanney, William
«Es más que dudoso que yo hubiese acabado escribiendo novelas policiacas sin la influencia del Laidlaw de McIlvanney, un autor literario que volvió su mirada hacia la novela criminal urbana y contemporánea, y demostró que el género servía para abordar dilemas morales y conflictos sociales», Ian Rankin. En un parque del oeste de Glasgow aparece el cadáver de una chica, Jennifer Lawson, estrangulada y brutalmente violada. Y entra en acción el inspector Jack Laidlaw que se pone a buscar al culpable con la ayuda de su colega en el cuerpo de policía Harkness. Pero él no es el único que intenta darle caza, porque el padre de Jennifer, Bud Lawson, quiere encontrar al asesino de su hija antes de que lo detenga la policía, para tomarse la justicia por su mano. Y sabe cómo hacerlo, porque tiene contactos en el submundo criminal de Glasgow. De modo que Laidlaw, un detective atormentado y dado a reflexionar sobre la moralidad y el crimen, inicia una carrera contrarreloj para atrapar al criminal antes de que lo haga un padre lleno de ira. William McIlvanney fue el gran precursor de la literatura policiaca escocesa a finales de los años setenta del siglo pasado. Con esta novela, galardonada con el premio CWA Silver Dagger, inició una trilogía protagonizada por el inspector Laidlaw que el tiempo ha convertido en legendaria.