Queen, Ellery
¡Que lo linchen! El cadáver de la frágil Fanny Adams todavía está caliente cuando la sed de venganza se apodera del pueblo de Shinn Corners. La única artista y benefactora del pueblo ha aparecido con el cráneo destrozado y sus vecinos exigen "ojo por ojo". Poco importa que no hayan huellas dactilares, ni manchas de sangre, ni testigos. Todas las sospechas recaen sobre Josef Kowalsky, un vagabundo forastero que es detenido con una cantidad de dinero en los bolsillos idéntica a la que la víctima guardaba en su casa. Solo dos personas parecen no haber sucumbido a la horda vengativa: el juez Lewis Shinn y su sobrino Johnny. La cosa apesta a montaje. Ambos organizarán el teatro judicial más absurdo para exonerar a un Kowalsky que ya está con un pie en el patíbulo.