Didon, Henri
Nos hallamos íntimamente persuadidos de que no necesita de prólogo encomiástico la obra de un sabio tan universalmente reconocido como el P. Didón, miembro ilustre de la familia dominicana y heredero legítimo de las glorias más puras de la elocuencia que han brillado desde el púlpito de Nuestra Señora de París. Y porque nos hallamos persuadidos de semejante verdad, es por lo que nos hemos atrevido a acceder a los buenos deseos del amable traductor de la joya más preciada con que el célebre dominico ha honrado a la moderna literatura francesa.