King, Stephen
REDRUM. Esa es la palabra que Danny había visto en el espejo. Y aunque no sabía leer, entendió que era un mensaje de horror. Danny tenía cinco años. Y a esa edad pocos niños saben que los espejos invierten las imágenes y menos aún saben diferenciar entre realidad y fantasía. Pero Danny tenía pruebas de que sus fantasías relacionadas con el resplandor del espejo acabarían cumpliéndose: REDRUM… MURDER, asesinato. Pero su padre necesitaba aquel trabajo en el hotel. Danny sabía que su madre pensaba en el divorcio y que su padre se obsesionaba con algo muy malo, tan malo como la muerte y el suicidio. Sí, su padre necesitaba aceptar la propuesta de cuidar de aquel hotel de lujo de más de cien habitaciones, aislado por la nieve durante seis meses. Hasta el deshielo iban a estar solos. Esta novela la escribió King mientras vivía en colorado tras pasar una temporada en el Hotel Stanley, en Eastes Park. Hablar sobre escritores es un tema recurrente en Stephen King. No hay duda que nos muestra con ello sus múltiples facetas; en esta novela, un escritor de poco éxito que necesita de otro trabajo para ganarse la vida acepta hacerse cargo de un gran hotel de alta montaña en invierno, cuando cierra y se queda vacío. Solo, con su mujer y un hijo de corta edad, recluido por una interminable tormenta de nieve, se verá afectado por un trágico episodio que tuvo lugar en el gran edificio y cuyos efectos parecen transmitirse a sus ocupantes