Laiglesia, Álvaro de
Ladrones osados e imaginativos, millonarios que creen erróneamente poseerlo todo, toreros gorditos, ángeles con mucho oficio, chicas a las que les basta un ascensor para emigrar a otro mundo, monjas decididas a convertirse en reinas del licor… Una colección de personajes contemplados con ironía, ternura y, sobre todo, «humorcina», «esa droga sencilla y eficaz» que el mismo De Laiglesia creó, bautizó y patentó.