Cabrera, Lydia
Una de las cosas que diferencia los cuentos de Lydia Cabrera de otras narraciones mágicas latinoamericanas es ese calor directo, esa poesía compartida, esa musicalidad de viva voz que ningún archivo puede sustituir. Además, ella les ha impartido su propio calor y su rica fantasía.
Pero, de nuevo, es imposible separar completamente el arte de la ciencia. Esta y aquél llegan a nosotros entretejidos. Toda la obra de Lydia Cabrera es una intrincada manigua de realidad y fantasía. Para mí, sus cuentos valen por todo: personajes, argumento, estilo, tema, estructura, y... poesía. Sí, una poesía callada, escondida, agachada, que se mete en todo y todo lo empapa. Valen también por su gracia, y a veces valen también por la justicia.
¿Nada más que literatura para entretener? De eso, habría mucho que decir. En parte, a veces, parece que sí; otras hay algo más, mucho más. Es también literatura para pensar. Y para sentir tan hondo, que jamás se olvida lo que se ha leído.
Eso son los cuentos de Lydia Cabrera.
LINO NOVAS CALVO