Gardner, Erle Stanley
¿Puede un loro actuar como testigo ante un tribunal? Fremont Sabin excéntrico millonario, aparece asesinado en su cabaña del bosque, adonde había acudido para pescar. Un loro ha sido testigo presencial del crimen. Pero, curiosamente, este no es el loro que pertenece a Sabin. Alguien lo ha sustituido. A la primera lista de sospechosos, parientes, herederos, se añade uno más: la mujer que tiene en su poder el loro del millonario. El animalito repite con insistencia una frase comprometedora. Todas las pruebas circunstanciales acusan a esta mujer, pero quizás las cosas no sean tan fáciles como a primera vista parece. Perry Mason, con su perspicacia habitual, consigue desenredar el ovillo que conduce hacia el sorprendente final.