Duras, Marguerite
Con la mirada indiscreta de la cineasta que también es, a la vez distante y comprometida en la acción, Marguerite Duras se las ingenia para sorprender a ese hombre sentado en el pasillo oscuro y a esa mujer acostada al sol en sus desgarrados encuentros amorosos, que se desarrollan en un apoteósico escenario romántico. De esta incursión de voyeur, de «mirona» descarada, en la actividad sexual de una pareja a la que ve, cree ver o imagina, obtendremos una pequeña pero no menos soberbia obra maestra del género.