Wentworth, Patricia
A Herbert Whitall no se le conocía ningún amigo. En cambio, era cordialmente odiado por todos los que le conocían y se veían obligados a tratarle. Nuestro hombre era un rico hacendado inglés aficionado a coleccionar todo cuanto pudieran apetecer sus vecinos, todas cuantas historias le dieran poder sobre sus familiares y criados, todos cuantos sentimientos bajos pueda albergar un hombre. Sin embargo, un asesinato, aunque sea el de Herbert Whitall, es un asesinato y debe ser investigado hasta el final.