Goytisolo, Luis
Teoría del conocimiento resume todas las propuestas de Antagonía desde una posición que es reflejo de la disposición total de la tetralogía como conjunto. En tal sentido puede aparecer como la más fría de la tetralogía, atemperando todas las conclusiones parciales. El relato ejerce aquí una función: cierra y abre el conjunto en que se inserta. Al terminar su lectura, comienzan todas las digresiones, cada conclusión tiene en ella su propio inicio. Esas reflexiones en que se demora la prosa, que nacen de un núcleo aparentemente mínimo, una anécdota o un ejemplo, para crecer y desarrollarse en forma de consideraciones psicoanalíticas a la teoría de la novela. No cierran propuestas sino amplían posibilidades, es como una sucesión de antecedentes y consecuentes que, surgidos de un punto concreto, debe el lector ordenar en connivencia el narrador, que no deja nunca de meditar sobre sus propios planteamientos, como si ese catálogo retórico abierto que constituye Antagonía, tuviera que seguir mostrando su eficacia hasta el final. La novela de compone de tres relatos largos, realizados por tres narradores. Cada uno sirve de espejo creador del otro. El primero es Carlos, un joven cínico totalmente alejado de la política, que escribe su diario. El segundo es Ricardo, ex comunista y arquitecto transformado en novelista, que al escribir notas para su novela, comenta el diario de Carlos. Finalmente, el Viejo tiene los manuscritos de los dos otros, y graba sus comentarios sobre ellos, grabaciones que un hombre llamado Carlos, padre del primer narrador del mismo nombre, va a poner en escrito. Mediante este juego de espejos se define la creación literaria: el escritor que lee, el lector que escribe, la labor del critico; la relación que se crea escritor-texto-lector encierra el autentico significado de la obra literaria.