Robards, Karen
Tras enviudar, Anna se aloja en casa de su cuñado Graham y una noche sorprende a un ladrón en la mansión, pero éste se distrae de sus propósitos al ver los ojos verdes de esa joven rubia en la oscuridad, que le atraen y no puede resistirse a besarla. Pero esa es su perdición, porque el desconocido es atrapado y encarcelado en Newgate. Graham se encarga de ello cuando ve la oportunidad de librarse de él, porque el ladrón no es otro que Julian Chase, su hermanastro, el hijo ilegítimo de su padre pero su primogénito al fin al cabo, y ha venido a recuperar unas joyas que le pertenecen por derecho.