Cornwell, Patricia D.
Era la cuarta víctima del sádico asesino. El mismo modus operandi, esta vez llevado a cabo con mayor ferocidad. Decididamente, las noches de los sábados en Richmond eran peligrosas para las mujeres que estaban solas en casa. La doctora Kay Scarpetta, jefa del departamento de Medicina Legal de la ciudad, tiene que realizar la autopsia de la víctima. Eempujada por la indignación ante tanta barbarie gratuita se va implicando en el caso.