Grey, Zane
Una cálida lluvia primaveral derretía las profundas nieves de la montaña llamada de Dientes de Sierra, y la corriente de agua rebasaba el lecho del río Salmón.
La corriente obligó a huir a una colonia de castores, uno de los cuales, quedó rezagada de los demás, y se perdió. La castora llegó finalmente a un estrecho valle en el que la corriente se extendía sobre la amplia extensión rocosa en la cual brotaban algunos pinos aislados, álamos y sauces.