Grey, Zane
Lance Sidway se levantó de los escalones de piedra del Museo de Historia Natural y sonrió melancólicamente al pensar que aquélla era su tercera visita a dicha institución, Lo mismo que en sus dos visitas anteriores había ido de un lado a otro, a través de todas las salas, y examinado los ejemplares de animales salvajes. Le gustaban los seres de cuatro patas, y aunque sentía cierta pena al contemplar aquellos pobres e inanimados remedos de los que fueran hermosas y libres bestias, dueñas de la selva, experimentaba una sensación de paz y de reposo que no había sentida desde que dejara las vastas extensiones de su querido Oregón para dirigirse a Hollywood.