Mann, Thomas( Nobel 1928).
El material bíblico que Thomas Mann desarrollo tan magistralmente es un intento por acercar sabidurías y tradiciones de la antigüedad, que tienen mucho que decir al hombre contemporáneo. En esta línea se encuentra la hermosa narración Las tablas de la ley, en la que se refiere a la vida de Moisés y cómo éste se entregó a la misión de convertirse en el guía de su pueblo; el éxodo, las dificultades y, por fin, la inscripción sobre las tablas de piedra de la «Ley del Sinaí», sublimación de todas las enseñanzas, extracto de la eterna moral de los hombres. De rica prosa y desprovisto de misticismo o parcialidad, el relato se encadena, gracias a la claridad de quien se ha familiarizado con esos temas, invitando a la meditación y valoración de las verdades eternas. A lo largo de la extensa obra de Thomas Mann nos encontraremos siempre con un escritor que busca el modo de exponer en los relatos sus propias ideas y debates internos. En gran medida egocéntrico y autorreferente, sus escritos nunca dejarán de ser un trozo de su propia existencia e, incluso, de su familia. Su estilo, denso, preciosista, parsimonioso, ha traspasado las fronteras idiomáticas; la dura prueba de la traducción, sobre todo del alemán, ha sido superada, respaldando la trascendencia y universalidad de su obra.