Baroja, Pío
Las furias lleva una dedicatoria de Baroja a su amigo de la juventud Paul Schmitz de Basilea («Dominik Müller» como poeta).
Es un relato que comienza con el diario de un supuesto comerciante malagueño, Pepe Carmona y que recoge impresiones e ideas que le sugirió al novelista una visita a la ciudad mediterránea. El relato se desenvuelve todo el en ambiente mediterráneo: el de Tarragona, el de Barcelona,…
Historias de amor mezcladas con pasión y tensión política. El supuesto diario culmina con el relato del asalto a la ciudadela de Barcelona y las matanzas que tuvieron lugar en ella.
La segunda parte la constituye la versión que da Aviraneta de las causas internas o sacadas de la tragedia: lo pasional y romántico quedan sustituidos por la maniobra o intriga política oscurísima.
El tercer relato, puesto otra vez en pluma de Pepe Carmona, se refiere a la revolución de Málaga en 1836, caso curioso de movimiento popular provocado por gente nada popular, con las muertes, de Saint Just y conde de Donadio como hechos más señalados. Aún hay un cuarto relato en que las figuras centrales son Narváez y una dama a la que galanteó de joven. La imagen de «Las furias» clásicas domina sobre todas las narraciones breves y dramáticas.