Robeson, Kenneth
Dos figuras extrañas corrían envueltas en la densa niebla blanca y sus ropas flotantes les prestaban el aspecto de fantasmas... Los mensajeros de la selva virgen no visten así por lo regular, pues aunque habían arremangado los largos faldones de sus especies de togas hasta las rodillas huesudas, éstos seguían molestándoles bastante para correr.
Cualquier blanco que haya vivido en Abisinia habría identificado esas prendas, que eran “chamma”, distintivo de realeza u oficialidad.
Los grotescos mensajeros se hallaban bastante al Sur de Abisinia. Estaban a la sazón más abajo de la gran selva Taveta del centro Este de África, entre las colinas del pie de las Montañas Parri, desierto verde y cubierto de niebla, donde reinaba un profundo silencio.