Robeson, Kenneth
—¡Hay un muerto delante de su puerta!
La voz que hablaba era tranquila y a juzgar por su tono, se habría podido creer que su dueño estaba acostumbrado a encontrar cadáveres delante de las puertas. Era evidente que el hombre que hablaba no estaba muy conmovido.
Doc Savage miró de frente al individuo cuando entró y aparte un leve parpadeo, el aventurero de bronce no demostró tampoco mucha sorpresa, aunque, hasta que se lo anunció el visitante, ni Doc Savage ni sus cuatro compañeros allí presentes, sabían que en el corredor hubiera nadie, vivo o muerto.