Robeson, Kenneth
Patrick Brennan, vigilante de policía, fue el primero en ver a la hermosa mujer de cristal.
Desgraciadamente, el vigilante Brennan no vivió lo suficiente para dar cuenta de la increíble aparición: murió heroicamente en el cumplimiento de su deber. La nieve iba amontonándose en el suelo.
Empezó a caer más de una hora antes de que la hermosa mujer, llena de vida, quedara trasformada en una horrible silueta sombreada en aquel cristal del escaparate. El doble fenómeno de la nieve y de la espantosa sombra decían no tener relación alguna entre sí.
El policía Brennan hubiera podido explicar lo ocurrido, de haber sobrevivido; pero se quedó estirado en mitad de la calle, aunque su revólver de ordenanza dio buena cuenta de sus agresores, enviando a dos de ellos al otro mundo.