Robeson, Kenneth
En los extensos muelles de Nueva York, reinaba gran agitación.
Transitaban por allí compactas filas de curiosos que daban vueltas aparentemente sin objeto, y sus filas se veían engrosadas a cada momento con otros que continuaban acudiendo desde la ciudad.
En todos los extremos de los muelles desde donde se veía mejor el puerto, habían grandes grupos de curiosos, hablando animadamente y arrancando casi a los vendedores de periódicos las ediciones extraordinarias que voceaban.
Personas que nunca se habían visto, comentaban vivamente los titulares de los periódicos como si se hubiesen conocido toda la vida.
Y los comentarios terminaban siempre con miradas fijas hacia la superficie de la bahía.