Wodehouse, P. G.
Gussie Fink-Nottle se siente mucho más cómodo con las salamandras que con los hombres. El tímido joven las colecciona, se deleita contemplándolas, las estudia y hasta elabora complejas teorías sobre ellas. Se podría decir que sus conocimientos sobre los animalitos son tan vastos como su ignorancia sobre las mujeres. Y precisamente las mujeres o mejor dicho una, Madeline Basset son el origen de todos los problemas de Gussie. El joven se enamora de ella y, claro está, intenta decírselo, pero de sus labios sólo sale una complicada disertación sobre las salamandras. Que, como es de esperar, no interesan en absoluto a Madeline. Gussie es amigo de Bertie Wooster, y a él acude en busca de consejo. Afortunadamente para el lector, los consejos de Bertie siempre acaban complicándolo todo hasta el infinito. Y es entonces cuando el incomparable Jeeves debe acudir a desentrañar y solventar el lío en que se meten Gussie y Bertie. Solventarlo a la manera de Jeeves, claro está?